6 claves para averiguar la fiabilidad de una franquicia
No es preciso haber estudiado Ciencias Económicas; ni siquiera tener más de un par de dedos de frente, para sospechar que la fiabilidad de una cadena de franquicias es algo complicado de medir. Para saber que se trata de un concepto global que va más allá de ciertas ratios medibles matemáticamente. Porque hablamos de negocios basados en las tendencias y los flujos de consumo. Y también de comportamiento humano, con la incertidumbre que conlleva.
Aun así, a la hora de averiguar la fiabilidad de una enseña, los que llevamos ya unos años en esto de la franquicia hemos aprendido a extractar una serie de parámetros –cuyo número y complejidad vamos aumentando con el paso del tiempo– para hacer una primera selección dentro del total de enseñas que nos presentan cada año las infames consultorías de turno y la desacreditada patronal.
En mi caso, esta media docena son los criterios que acostumbro a tener en cuenta:
- El número total de unidades operativas que ha puesto en marcha la cadena, y de ellas, cuántas son propiedad de la central, y cuántas, franquiciadas. Pues a mayor porcentaje de las primeras sobre las segundas –ojo, siempre dentro de unos límites razonables–, mejor para quien busca seriedad en una franquicia.Y aún me atrevería a apuntar algo más: al menos, un 20% de unidades operativas propias respecto a las gestionadas por franquiciados.
- El año de constitución de la empresa, y por lo tanto la experiencia de la central en su mercado concreto de actuación. La fiabilidad de quien tiene cien años de existencia parece fuera de duda; si bien eso no tiene nada que ver con la fe que la empresa tenga en el sistema de concesión de franquicias (véanse sino casos de grandes batacazos en franquicia entre empresas de las conocidas: Campofrío con A Huevo, Repsol con Boxes, etcétera).
- Otro dato que sería interesante poder analizar, aunque a las cadenas de franquicia no les hace ninguna gracia el facilitarlo, es el número de unidades operativas que ha cerrado. Y si me apuran, el porqué de dicho fracaso. Puesto que hay casos de enseñas que abren muchos establecimientos, pero van dejando también muchos cadáveres de emprendedores/inversores en el camino: Equivalenza, Lizarran…A partir de la aprobación del Reglamento los que nos preocupamos por este sistema nuestro vimos un rayo de luz, y pensamos que éste iba a ser un dato difícil de ocultar. Pero la Administración ha pasado siempre de exigirlo, y la AEF, con tanto viajecito, tanta feria y tanto café en Facebook, jamás ha defendido el buen nombre de la franquicia en España.
- Sería muy curioso analizar los datos de facturación aportados por las centrales –otra gran carencia: la ausencia de análisis rigurosos que eviten la duplicidad central-red de establecimientos– y averiguar los resultados reales de cada unidad de negocio, porque los locales más emblemáticos, situados en las grandes ciudades, y que en muchas ocasiones son propiedad de la central, desvirtúan la media de las pocas cadenas que aportan estos datos.
- Entre los datos no medibles, para tratar de averiguar la fiabilidad de una enseña, es interesante conocer la relación franquiciador–franquiciados. Es sintomático que una parte no hable del todo bien de la otra, y viceversa.Si el franquiciador no entrega su lista de franquiciados –claro está, no al primero que aparece, sino en un estadio más avanzado de las negociaciones– denlo por mal síntoma: será señal de que no todos los miembros de su red hablan bien de su franquiciador.
- Una central que realice directamente la selección de los locales, o al menos colabore en este apartado con el futuro franquiciado, y que se muestra exigente en la selección de sus franquiciados es más consecuente que aquella otra para la que vale todo.Una/o tiene que pensar que eso mismo que están haciendo con ella/él lo han hecho antes con quienes forman parte de la cadena de establecimientos; pero si te cogen de la mano y tiran de ti para dentro rápidamente, la cosa se pone fea.
En cualquier caso, con todo lo anterior, no pretendo sugerir que en la guía de franquicias que el lector puede consultar en este portal debieran de aparecer muchas menos cadenas. O, qué demonios, sí que me gustaría proponerlo. Así evitaríamos que más de uno y de dos golfos engañasen a inversores confiados.